La cloración salina: un tema tan de moda

Hola a tod@s:

Venimos con energías renovadas y os damos de nuevo la bienvenida a nuestro blog.


Para ello vamos a tratar el tema que ahora está tan de moda, la cloración salina. Pero no vamos a volver a explicar lo que tod@s ya sabemos, hablaremos de los pasos que hay que realizar cuando ya tenemos el equipo montado.


Lo primero es llevar a cabo un mantenimiento,un control, una revisión general de todos nuestros equipos. Sabemos que en invierno nuestro equipo de cloración debe funcionar al 60% en su rendimiento, lo que significa que la célula no producirá el nivel de sal que es necesario con las temperaturas del verano. 


Lo segundo será realizar el mantenimiento de nuestra piscina con normalidad, aunque gracias a las temperaturas no debe consumir la misma cantidad de producto que en invierno, debido a lo anteriormente citado, las bajas temperaturas del invierno.


Lo tercero y más importante, es conocer nuestra instalación al detalle. Para ello sólo debemos dedicar unas horas al  mes a nuestra piscina y usar la cabeza para saber qué debemos en cada momento. ¿ Qué significa esto? pues que debemos conocer qué tipo de agua usamos para los aportes ya que la dureza del agua es muy importante a la hora de montar un equipo de estas características. 


Debemos vigilar el estado del pH, para ello vigilaremos la bomba de pH y que ésta no se quede sin el reductor de pH. Si el agua tiene mucha cal debemos usar productos anticalcáreos y la célula, el objeto más valioso de toda la maquinaria, debe estar en pleno rendimiento, libre de cal en todo momento. En caso contrario empezará a bajar el nivel de sal de nuestra agua y empezarán nuestros problemas.




 Consecuencias con un agua de pozo cuyo pH es muy alto a pesar de tener instalado una bomba reguladora de pH.







 Siempre usaremos productos específicos para la limpieza, ya que utilizar otro tipo de productos disminuiría la vida útil de la célula.





Así deben quedar las placas, completamente libres de cal después de usar el producto específico para ello. 








Si el agua es demasiado dura, es de pozo, debemos prevenir este tipo de problemas y usaremos un anticalcáreo para evitar incrustaciones.






Con estos sencillos consejos, nuestra instalación queda controlada a la perfección y sin ningún tipo de sorpresas a la hora de disfrutar de las vistas de nuestra piscina en invierno.


Un saludo y muchas gracias a tod@s.

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